Reflexiones de una amiga muy querida:
" Siempre sentí que debía hacer el Camino de Santiago. Cuando escuchaba a alguien que había hecho el Camino, mi corazón daba un vuelco y me sentía cobarde por no atreverme. Y, efectivamente, no me decidí yo sino que Él vino a buscarme.
El Camino llega a mi casa en forma de llamada telefónica, casual, sin pretender que yo me sumara pero una amiga me contó que en unos días, ella y otros conocidos comenzaban en Roncesvalles y mi reacción fue inmediata: "me voy con vosotros". Desde ese mismo momento el Camino se convirtió en mi maestro y compañero de vida.
Los días previos al viaje, todo en mí era expectación al enfrentarme a un sueño y miedo a no conseguirlo, ¡ qué absurdo me parece ahora! Después de 11 años en camino, ahora me pregunto qué era lo que pensaba qué no podía conseguir o qué quería conseguir yo interiormente. Todo lo resumía a andar y llegar, como en la vida, pero de eso entonces no me daba cuenta.
El tren a Pamplona y esos nervios de grupo compartidos con risas y anécdotas que nunca olvidaremos y el autobús hasta Roncesvalles donde llegamos casi de noche pero donde aún nos dio tiempo a disfrutar de la bendición del peregrino, ese momento dulce y emotivo que te impulsa y te llena de Paz, jamás lo borraré de mi memoria. Dormimos en unos barracones donde el frío caló hasta nuestros huesos pero que no restó un ápice de calor a nuestros corazones. Estábamos plenamente felices, animados, entusiasmados, expectantes y algunos muertos de miedo porque no sabíamos a qué nos enfrentábamos...
La primera etapa del camino jamás se olvida, ahí empieza a escribirse otra etapa de tu vida también; los pies quieren correr para demostrarte que son capaces de hacerlo, de llegar a meta. ¡Cuánto agradezco a mis amigos sus enseñanzas desde el primer minuto, parar y disfrutar de cada rincón, sonido, olor y sabor del camino! Aún así mis pies corrieron y llegaron sin heridas pero doloridos y molidos.
El camino como la vida siempre da una solución a problemas que la tienen y en aquel momento vino disfrazado de río, con aguas cristalinas y frías que calmaron mis pies y aliviaron mi alma y entonces lloré, lloré porque sentí que ya estaba en CAMINO.
Nunca olvidaré esa etapa, mi primera etaPa, en ella mi vida empezó a cambiar y me regaló una maravillosa familia, mi familia camino, ETERNAMENTE AGRADECIDA".
Gracias Paqui, agradecidos tus "hijos caminantes".
Emotivo y totalmente certero. Gracias por compartirlo ;-)
ResponderEliminarGracias Paqui por compartir esa experiencia, lo que sentiste en esa primera etapa.. En esa etapa, el camino nos acogió a todos.. Ya sabéis, el camino te acoge o te echa.. Y a todos nosotros no sólo nos acogió, sino que además nos hizo una familia.. De esas que son para siempre....
ResponderEliminarGracias a ti olgui por darnos la oportunidad de seguir haciendo camino a través de este blog.
Gracias a vosotr@s!!!!
ResponderEliminarQue buena etapa..... increíble, para repetirla.muchas gracias a todos los peregrinos y por supuesto a Raúl que cuido de mis peques
ResponderEliminar